Cómo el renting informático contribuye al reciclado de productos tecnológicos

¿Cuántas compañías almacenan equipos obsoletos a los que no se les da ningún tipo de uso? El arrendamiento de dispositivos mediante un pago por suscripción se ha convertido en la opción más elegida por las empresas a la hora de renovar su parque tecnológico. De esta manera, los responsables de IT, compras o finanzas no solo pueden despreocuparse de qué hacer con los equipos una vez han dejado de ser útiles, sino que, además, ganan en eficiencia y sostenibilidad.

Tal y como podemos extraer del estudio realizado por la Plataforma para Acelerar la Economía Circular (PACE) y la Coalición de Residuos Electrónicos de las Naciones Unidas, “A New Circular Vision for Electronics Time for a Global Reboot”, para 2050 habrá 120 millones de toneladas de residuos electrónicos y eléctricos. Traducido en dinero, estaríamos hablando de 62.000 millones de dólares, o lo que es lo mismo, una cifra que supera el PIB de muchos países.

Los números no serían tan alarmantes si el reciclaje que se realiza de estos productos, la mayoría de ellos fabricados con metales pesados como el bromo, el plomo o el mercurio, fuera el adecuado. Sin embargo, apenas el 20% se recicla formalmente, es decir, a través de la legislación de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Es en este punto donde el renting informático toma vital importancia, ya que permite cumplir con la normativa europea según la cual, para 2035, las empresas deberán haber aumentado en un 65% la reutilización y el reciclaje de sus dispositivos. 

Elegir el arrendamiento como opción para renovar el parque tecnológico es inclinarse por una gestión más sostenible de los residuos. Desde el proceso de recogida, transporte y custodia de los equipos, la posibilidad de darles un nuevo uso - siempre priorizando un consumo responsable - la resolución de incidencias o la reparación en caso de ser necesarias, hasta asegurar un correcto reciclaje. Una mala disposición final de los equipos tecnológicos lleva a las empresas a asumir riesgos, no solo económicos, sino también de reputación, al atentar directamente contra la salud y el medio ambiente. 

Las compañías que contratan el servicio de renting informático tienen la tranquilidad de saber que están ejerciendo sus responsabilidades, sin tener que preocuparse por ello. El mercado tecnológico cada vez es más dinámico y estar al día de las regulaciones, tendencias y exigencias de los consumidores se vuelve más difícil. El arrendamiento de los equipos mediante un pago mensual contribuye a la sostenibilidad, pero también aporta mayor flexibilidad en la renovación de los dispositivos, evitando una gran inversión en recursos económicos a la que no siempre puede hacerse frente. Las organizaciones por fin han entendido que situar a la tecnología en el centro de las iniciativas para ganar en sostenibilidad es clave para ganar en eficiencia y el renting informático es el aliado perfecto para lograrlo.