Aunque generar ingresos y cuidar de nuestro entorno puede resultar en ocasiones contradictorio, la realidad es que son objetivos opuestos que se atraen y que dependen el uno del otro, especialmente, cuando se trata de impulsar un cambio social y económico. La transición hacia unas finanzas más sostenibles es posible y políticas como carbonZer0 suponen un gran paso hacia adelante para conseguirlo, fomentando que las inversiones en tecnología sean también más eficientes.
Ya en el siglo XVIII el filósofo y economista Adam Smith habló de manera metafórica de un término que denominó “mano invisible” para referirse a la capacidad de autorregulación del libre mercado. Él defendía que el papel del mercado es básico y fundamental y que cuanto menos control político y gubernamental exista en las economías, más sencillo sería alcanzar el máximo bienestar para la sociedad.
Partiendo de esta idea, la financiación sostenible es aquella que básicamente no solo tiene en cuenta aspectos financieros o económicos, sino también medioambientales y sociales a la hora de realizar inversiones. Este tipo de finanzas suponen un cambio profundo y aportan una mayor rentabilidad a las empresas.
Según un informe realizado por la plataforma de inversión sostenible Spainsif, en 2020 la financiación sostenible en España creció un 36%, (respecto a 2019) alcanzando los 285.454 millones de euros. 3, 2 billones de dólares si hablamos de cifras a nivel mundial.
Para Ulrich Bergmann, director financiero de CHG-MERIDIAN desde 2020, “los bancos tienen un papel clave que desempeñar en esta transición y deben hacerlo adoptando un enfoque equilibrado. La sostenibilidad se ha convertido en un factor muy importante en la guerra por el talento. Hemos sido testigos de la aparición de una mentalidad completamente nueva y estamos viviendo como las empresas buscan obtener ganancias más allá de un propósito meramente económico. En este punto los bancos deben buscar la responsabilidad, fomentando y recompensando la sostenibilidad, pero sin negar a las organizaciones el acceso al dinero”.
Precisamente uno de los objetivos de la compañía de renting informático CHG-MERIDIAN es lograr que al menos la mitad de su financiación esté basada en este modelo de sostenibilidad. Para ello, además de negociar un préstamo de 50 millones de euros con Helaba Landesbank Hessen-Thüringen, con una tasa de interés basada en su calificación EcoVadis, la compañía ofrece a sus clientes la posibilidad de hacer que sus inversiones en tecnología sean más eficientes gracias a su política de CarbonZero. De esta manera, las empresas que eligen esta alternativa pueden compensar el CO2 generado en el uso de sus activos tecnológicos, a cambio de un aumento simbólico en la cuota mensual de su arrendamiento.
Además, otro de los objetivos de la organización de renting de equipos tecnológicos para alcanzar esa transición hacia unas finanzas más sostenibles es “medir las emisiones por empleado y reducirlas en un 25% para 2025”, comenta Bergmann. “Desde la fundación de nuestra compañía nuestro modelo de negocio se ha basado en el principio de economía circular. La economía colaborativa y la economía circular son hoy pilares esenciales de la financiación sostenible y están preparadas para sembrar las bases de los negocios en los próximos años. Nuestra propia historia es una prueba de que actuar de manera responsable no supone un obstáculo para obtener beneficios. La sostenibilidad no solo es una oportunidad, es el único camino como motor de crecimiento para las empresas.”
" Aunque en el mundo empresarial parece que los objetivos económicos entran en conflicto con la sostenibilidad, la realidad es que van de la mano. Solo en España, en 2020, la financiación sostenible alcanzó los 285.454 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 26% respecto al año anterior. La tendencia va en esa dirección y cada vez son más las organizaciones que apuestan por ella."
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Vice President Sales Spain