Reducir, reutilizar y reciclar: pasos hacia una infraestructura IT sostenible

¿Por dónde deberían empezar las empresas para generar un cambio? El primer paso para alcanzar la sostenibilidad comienza en la etapa de adquisición de los equipos.  Un dato importante es que hasta el 80% de las emisiones de CO2 de las compañías se generan a partir de las cadenas de compras y suministro, especialmente en el sector TI, ya que la fabricación de los dispositivos digitales genera muchos más gases invernadero que su uso.

De hecho, según un estudio elaborado por la Agencia Francesa del Medio Ambiente y Energía, The Shift Project, el impacto que genera la tecnología en el planeta es similar al que provoca la industria del automóvil o el tráfico aéreo. Tal y como se puede extraer del informe, la fabricación de dispositivos tecnológicos es la responsable del 4% de las emisiones de dióxido de carbono en el mundo. Un porcentaje muy significativo si tenemos en cuenta que el generado por los vuelos es del 3% y el de la industria del automóvil del 9%.

Por citar algunos ejemplos, un iPhone 12 Pro genera 82 kg de gases de efecto invernadero a lo largo de su vida útil. 465 kg, si hablamos de un MacBook Pro. Y, una cifra más, el 86% de esas emisiones se generan durante la fabricación. Ya sea en las minas de coltán del Congo o en las minas de oro de Brasil, la extracción de materias primas para la producción de chips y procesadores provoca una importante destrucción medioambiental en todo el mundo. Es por esta razón que los ciclos de uso más largos en TI resultan críticos.  En este punto dar una segunda vida útil y reciclar se convierten en dos de los principios básicos de una economía circular, es decir, eficiente en el uso de los recursos. De igual forma que el reciclaje reduce las exportaciones ilegales de desechos electrónicos y promueve la recuperación de materias primas valiosas.

Las empresas dirigen cada vez más sus esfuerzos hacia la sostenibilidad. Gracias a la política que ofrece el renting informático de CHG-MERIDIAN, CarbonZER0, los clientes que se adhieran a este programa podrán compensar todas las emisiones de CO2 generadas en la producción, transporte, uso y gestión del final de vida útil de sus activos tecnológicos, aumentando su cuota mensual de manera simbólica. Es fundamental que las organizaciones comprendan que ser sostenible no tiene que ver solo con reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino con realizar una gestión adecuada de los recursos tecnológicos.

Para alcanzarlo y lograr una infraestructura IT más sostenible, el principio de las “3R´s” bajo el que se rige la economía circular que promueve CHG-MERIDIAN es clave:

1. REDUCIR al mínimo las compras nuevas y optar por productos duraderos.
2. REUTILIZAR los equipos de TI que están fuera de servicio en una segunda vida útil.
3. RECICLAR cualquier activo que ya no se pueda utilizar de manera sostenible, garantizando en todo momento el cumplimiento de la legislación de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).

Esta política de las “3R´s” en la que se basa el renting informático toma vital importancia, ya que permite cumplir con la normativa europea según la cual, para 2035, las empresas deberán haber aumentado en un 65% la reutilización y el reciclaje de sus dispositivos.