Renting IT: clave de productividad y eficiencia energética de las empresas

A partir de 2025 las organizaciones tendrán la obligación de incorporar las normativas de sostenibilidad empresarial en la UE, según la Directiva de Informes sobre Sostenibilidad Corporativa (CSDR). En el caso de España, la obligación entró ya en vigor el pasado mes de enero para compañías de más de 500 empleados. La implementación en el resto de las empresas y pymes se irá produciendo de manera progresiva en los próximos años.  De esta manera, la nueva regulación equipara la importancia de la sostenibilidad con la transparencia financiera, promoviendo prácticas medibles para aumentar la fiabilidad y credibilidad de las organizaciones.

Según el “Decálogo para impulsar la eficiencia energética en España” solo con medidas de eficiencia energética es posible alcanzar un 40% de la reducción de emisiones establecidas en el Acuerdo de París para 2040. Entre ellas, alcanzar un compromiso real con el medio ambiente, alejado del “greenwashing”; y, apostar por la tecnología y la digitalización para tomar medidas inmediatas.

Tal y como podemos extraer del estudio de ABB “Eficiencia Energética en España”, el 98% de las empresas españolas encuestadas ya están invirtiendo, o tienen previsto hacerlo, en estrategias para lograr un consumo energético más eficiente. El renting tecnológico es una de las iniciativas por la que cada vez más organizaciones optan (en EE.UU el 50% de las compañías ya apuestan por esta fórmula).

En este sentido, las ventajas del renting tecnológico de CHG-MERIDIAN en términos de sostenibilidad van más allá de gestionar incidencias o llevar un mayor control sobre los costes con la tranquilidad que ello conlleva. En este caso, hablamos además de un factor diferenciador: CarbonZERO. Las organizaciones que elijan al gestor tecnológico líder en arrendamiento informático podrán compensar todas las emisiones de CO₂ de sus activos tecnológicos, simplemente aumentando su cuota mensual de manera simbólica. 

Además de las consecuencias a nivel de productividad que mencionábamos al principio, la obsolescencia de los equipos contribuye a aumentar la cantidad de residuos innecesarios, provocando daños en el medio ambiente y fomentando la utilización de recursos excesivos. Según el estudio “A New Circular Vision for Electronics Time for a Global Reboot”, para 2050 habrá 120 millones de toneladas de residuos electrónicos y eléctricos. Si lo trasladamos a cifras económicas, hablamos de 62.000 millones de dólares. A esta problemática habría que añadir que las empresas con malas prácticas asumen riesgos reputacionales irreparables. 

Las organizaciones que eligen el renting IT para cambiar sus equipos obsoletos están evitando una gran inversión en recursos económicos y, por lo tanto, están ganando en sostenibilidad y eficiencia. Renovar el parque tecnológico se convierte en la opción más sostenible, flexible e inteligente.